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NARRACIONES Y LEYENDAS

¡¡¡¡¡ QUÉ POBRES SOMOS !!!!!

¡¡¡¡¡ QUÉ POBRES SOMOS !!!!! QUE POBRE SOMOS



Una vez, un padre de una familia acaudalada llevó a su hijo a un viaje
por el campo con el firme propósito de que su hijo viera cuan pobres eran las gentes del campo.

Estuvieron por espacio de un día y una noche completa en una granja de una familia campesina muy humilde.
Al concluir el viaje y de regreso a casa el padre le pregunta a su hijo:
Que te pareció el viaje?
El hijo respondió:
Muy bonito Papá? Viste que tan pobre puede ser la gente?
Si! Y que aprendiste?

Vi que nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cuatro.
Nosotros tenemos una piscina que llega de una pared a la mitad del jardin, ellos tienen un riachuelo que no tiene fin.
Nosotros tenemos unas lámparas importadas en el patio, ellos tienen las estrellas.
El patio llega hasta la pared de la casa del vecino, ellos tienen todo un horizonte de patio.
Ellos tiene tiempo para conversar y estar en familia; tú y mi mamá tienen que trabajar todo el tiempo y casi nunca los veo.

Al terminar el relato, el padre se quedo mudo....y su hijo agregó: Gracias Papá por enseñarme lo ricos que podemos llegar a ser !!!

Un ejemplo

Un día un pordiosero, un hombre al que a simple vista se veía que la vida había castigado material y espiritualmente, al que parecía que no le podía ir peor, se acercó a la ventanilla de un poderoso automóvil detenido por un semáforo.
- Sr. ¿podría prestarme 20 euros para poder comer?.
El bien vestido caballero le pregunta:
- Pero, ¿No te los vas a chupar, verdad?"
- No señor, nunca en mi vida he bebido alcohol.
- Entonces ¿Te lo vas a gastar en tabaco?.
- No señor, no fumo, ni nunca lo he hecho.
- Entonces, ¿te los querrás gastar apostando con los otros vagos?
- De ninguna manera, nunca apuesto en nada, ni lo he hecho jamás.
- O acaso, ¿te los gastarías en algún baile?
- Imposible señor, nunca en mi vida he ido a una , y es más, no sé bailar...
- ¿Se los piensas dar a una puta, acaso?.
- Jamás he tenido relaciones con ninguna mujer que no fuera mi única novia, convertida luego en esposa, hasta que me abandonó.
- Entonces toma los veinte euros, pero ven a comer a mi casa; te invito a una comida casera y buena atención, y te ahorras el dinero.
El pordiosero aceptó gustosamente y se subió al Porsche del hombre.
En el camino, le pregunta:
- Oiga señor, ¿No se va a enojar su esposa al ver llegar a alguien como yo, y que se siente a la mesa a comer?...
- Probablemente sí, - le contesta - pero valdrá la pena.
Quiero ver su cara y su reacción cuando vea como termina un pobre infeliz que no toma, no fuma, no juega, no baila ni anda con putas.......

Piensa tú la moraleja!!!!..........

La primera vez

La primera vez

En nuestras vidas siempre existe una primera vez, una experiencia desconocida que ataca nuestra mente con los fantasmas del miedo... Era mi primera cita, sentía temor y, sin embargo, yo la había organizado y no podía echarme atrás. No había ninguna razón para tener miedo: al fin y al cabo era yo misma quién había marcado la entrevista. Pero mi cabeza marchaba por un camino y el cuerpo por otro...
El cuerpo, siempre esclava del cuerpo... Cuando finalmente me acerqué a su casa, un escalofrío estremeció todo mi ser y, al momento de abrirse la puerta, tuve que hacer un esfuerzo por controlar el temblor de mis piernas. Entré. Él me estaba esperando. Inmediatamente me tomó por el brazo y me llevó a una habitación. Con la mayor cortesía me invito a acostarme.
Aunque era la primera vez que hacía aquello, cuando le vi me inspiró confianza y comprendí que no podría encontrar una persona más adecuada para hacerme lo que él estaba a punto de hacer.
Poco a poco, se fue acercando. Creo que notó mi nerviosismo y trató de tranquilizarme diciéndome que sabía lo que había que hacer, cómo y dónde hacerlo. Lo había hecho cientos de veces y nunca había recibido ninguna queja.
Por fin, cuando mis músculos comenzaron a relajarse, me indicó cuál era la postura más adecuada y poniéndome la mano en el hombro continuó diciéndome cosas agradables para darme ánimos.
Pero yo seguía hecha un flan y la proximidad entre los dos se hizo casi dolorosa. Sentí la fuerte presión de sus manos en mi brazo y el cálido y agradable aliento de su boca acercarse a mi rostro. De repente, me entró algo duro. Cielo santo. El tipo me cogió por sorpresa, sin avisar, así, a pelo. Mi cuerpo no estaba acostumbrado a este tipo de experiencias y comencé a temblar de miedo y angustia.
Pasaron unos minutos que a mí me parecieron siglos; de pronto, comencé a sentir un dolor insoportable y grité a la vez que todo mi ser se estremecía. A medida que transcurrían los minutos, el dolor se iba haciendo más y más fuerte y no tardó en empezar a salirme sangre. Le dije que lo sacara, que me estaba doliendo mucho, pero me dijo que ya casi estaba y que no podía dejarlo así. Grité angustiada y dolorida hasta que me saltaron las lágrimas. Pero el tipo seguía y seguía sin parar, sin importarle mis gritos, sujetándome con su fuerza de macho bruto. La cabeza me daba vueltas. Pensé que me iba a desmayar y casi llorando le pedí que parara, que ya no aguantaba más.
Inesperadamente, el dolor cesó y todo mi cuerpo fue recorrido por una indescriptible sensación de bienestar. Entonces me di cuenta de que todo había acabado.
Finalmente llegó la hora de marcharse y le agradecí al dentista que me hubiese sacado esa muela que tanto dolor me había causado y me despedí pidiéndole disculpas por mi exagerado comportamiento.

LA CUERDA

LA CUERDA
Once personas se aferraban a una misma cuerda que colgaba de un helicóptero, diez hombres y una mujer. La cuerda no era suficientemente gruesa como para soportar el peso de todos, por lo que decidieron que una persona debía soltarse. De otro modo, todos caerían.

No lograban elegir quién sería esa persona, pero entonces la mujer, con voz firme, anunció que se ofrecía voluntariamente para soltarse de la cuerda. Después de todo, dijo, estaba acostumbrada a relegar sus intereses propios, ya que como Madre siempre daba prioridad a los hijos;
como esposa anteponía los intereses de su marido a los propios, como hija se doblegaba ante su padre,
como profesional permitía que sus jefes obtuvieran el crédito por sus logros.
Como mujer, dijo alzando la mirada hacia el infinito poniéndose una mano sobre el corazón, su misión en la vida era sacrificarse por los demás, sin esperar nada a cambio.
Eufóricos de emoción y orgullo, los hombres rompieron en aplausos.....

¡¡¡¡PLAFFFF!!!!!

Galletitas

Galletitas

A una estación de trenes llega una tarde, una señora muy elegante. En la ventanilla le informan que el tren está retrasado y que tardará aproximadamente una hora en llegar a la estación.
Un poco fastidiada, la señora va al puesto de diarios y compra una revista, luego pasa al kiosco y compra un paquete de galletitas y una lata de gaseosa.
Preparada para la forzosa espera, se sienta en uno de los largos bancos del andén. Mientras hojea la revista, un joven se sienta a su lado y comienza a leer un diario. Imprevistamente la señora ve, por el rabillo del ojo, cómo el muchacho, sin decir una palabra, estira la mano, agarra el paquete de galletitas, lo abre y después de sacar una comienza a comérsela despreocupadamente.
La mujer está indignada. No está dispuesta a ser grosera, pero tampoco a hacer de cuenta que nada ha pasado; así que, con gesto ampuloso, toma el paquete y saca una galletita que exhibe frente al joven y se la come mirándolo fijamente.
Por toda respuesta, el joven sonríe... y toma otra galletita. La señora gime un poco, toma una nueva galletita y, con ostensibles señales de fastidio, se la come sosteniendo otra vez la mirada en el muchacho.
El diálogo de miradas y sonrisas continúa entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada, el muchacho cada vez más divertido. Finalmente, la señora se da cuenta de que en el paquete queda sólo la última galletita. " No podrá ser tan caradura", piensa, y se queda como congelada mirando alternativamente al joven y a las galletitas.
Con calma, el muchacho alarga la mano, toma la última galletita y, con mucha suavidad, la corta exactamente por la mitad. Con su sonrisa más amorosa le ofrece media a la señora.
- Gracias! - dice la mujer tomando con rudeza la media galletita.
- De nada - contesta el joven sonriendo angelical mientras come su mitad.
El tren llega.
Furiosa, la señora se levanta con sus cosas y sube al tren. Al arrancar, desde el vagón ve al muchacho todavía sentado en el banco del andén y piensa: " Insolente".
Siente la boca reseca de ira. Abre la cartera para sacar la lata de gaseosa y se sorprende al encontrar, cerrado, su paquete de galletitas...
!Intacto!.

anecdota de mujer

¡¡¡¡NO DISCUTAS CON UNA MUJER!!!

Una pareja se fue de vacaciones a una laguna donde se podía pescar. El esposo amaba pescar al amanecer y a su mujer le encantaba leer.
Una mañana, el esposo volvió después de varias horas de pesca y decidió tumbarse y dormir una pequeña siesta. Aunque no estaba familiarizada con el lago, la esposa decidió salir a pasear en el bote. Remó una pequeña distancia, ancló el bote y retomó la lectura de su libro.
Al poco rato apareció el guardacosta en su bote. Llamó la atención de la mujer y le dijo:
- Buenos días, señora... ¿Qué esta haciendo?
- Leyendo, respondió ella, pensando "¿Es que acaso no es obvio?".
- Se encuentra en un área de pesca restringida.
- ¡Pero si no estoy pescando...! ¿No lo ve?
- Si, pero tiene todo el equipo. Tendré que llevarla conmigo y ponerle una multa.
- ¡¡¡Si usted hace eso lo denunciaré por violación!!! dijo la mujer indignada.
- ¡¡¡Pero si ni siquiera la he tocado...!!!
- Si, pero tiene todo el equipo!!!!

MORALEJA:
NUNCA discutas con mujeres que saben leer.
Envía esto a mujeres inteligentes que necesitan una sonrisa y a los hombres que pienses que pueden soportar la realidad...

"La inteligencia no radica en cuánto sabes, sino en lo bien que sabes emplear lo poco que sepas."

No te fíes del destino

Una mujer y un hombre se ven envueltos en un accidente de tráfico, en uno realmente aparatoso. Ambos autos quedaron totalmente demolidos, pero asombrosamente ninguno de ellos sufrió heridas. Después de forzosamente salir de sus autos, la mujer dice:
Entonces, usted es un hombre, que interesante, ¡Yo soy una mujer, BIEN!
Solo mire a nuestros coches, no ha quedado nada de ellos, pero afortunadamente estamos ilesos. Esto debe ser una señal de Dios para que nos conociéramos y vivamos juntos en paz por el resto de nuestros días.
Estoy completamente de acuerdo con usted, replicó el señor, esto debe ser una señal de Dios.
La mujer continúa: Y observe esto, he aquí otro milagro mi automóvil está completamente destruido pero esta botella de vino no se rompió. De seguro Dios quiere que nos la bebamos y celebremos nuestra buena suerte. Entonces, le pasó la botella al señor. El caballero asintiendo con la cabeza, abre la botella y se da varios tragos monumentales. Luego se la devuelve a la mujer. La señora toma la botella, inmediatamente le pone la tapa y se la devuelve al hombre. El hombre entonces le pregunta:
¿Es que usted no va a beber?
La mujer se limita entonces a decir:
No, creo que yo esperaré hasta que llegue la policía

Una buena lección

Una pequeña reflexión del servicio de una compañia

Saludos

El 14 de Octubre de 1998, en un vuelo trasatlántico de la línea aérea
British Airways tuvo lugar el siguiente suceso:

A una dama la sentaron en el avión al lado de un hombre de raza
negra. La mujer pidió a la azafata que la cambiara de sitio, porque no
podía sentarse al lado de una persona tan desagradable.
La azafata argumentó que el vuelo estaba muy lleno, pero que iría a revisar a primera clase a ver por si acaso podría encontrar algún lugar libre.
Todos los demás pasajeros observaron la escena con disgusto,
No solo por el hecho en sí, sino por la posibilidad de que hubiera
un sitio para la mujer en primera clase.

La señora se sentía feliz y hasta triunfadora porque la iban a quitar
de ese sitio y ya no estaría cerca de aquella persona.

Minutos más tarde regresó la azafata y le informó a la señora :
Discúlpeme señora, pero efectivamente todo el vuelo está lleno ...
pero afortunadamente encontré un lugar vacío en primera clase. Sin
embargo, para poder hacer este tipo de cambios le tuve que pedir
autorización al capitán.
Él me indicó que no se podía obligar a nadie a viajar al
lado de una persona tan desagradable. " La señora con cara de
triunfo, intentó salir de su asiento, pero la azafata en ese
momento se voltea y le dice al hombre de raza negra :
¿ Señor, sería usted tan amable de acompañarme a su nuevo asiento ? ".

Todos los pasajeros del avión se pararon y ovacionaron la acción de
la azafata. Ese año, la azafata y el capitán fueron premiados y
gracias a esa actitud, la empresa British Airways se dio cuenta que no le
había dado demasiada importancia a la capacitaciðón de su personal en el
área de atencion al cliente, la empresa hizo cambios de inmediato;
Desde ese momento en todas las oficinas de British Airways se lee
el siguiente mensaje

[B]"Las personas pueden olvidar lo que les dijiste,
las personas pueden olvidar lo que les hiciste,
pero nunca olvidarán..........como los hiciste sentir. " [/B]

La calidad de nuestro pensamiento
determinará la calidad de nuestro futuro

Edward de Bono

AMAR

A M A R (Autor anonimo)
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AMAR
Un esposo fue a visitar a un sabio consejero y le dijo que ya no quería
a su esposa y que pensaba separarse.El sabio lo escucho, lo miro a los
ojos y solamente le dijo una palabra: -"Ámala". -luego se calló-.Pero es
que ya no siento nada por ella.Ámala, -repuso el sabio-.Y ante el
desconcierto del señor, después de un oportuno silencio, el viejo sabio
agregó lo siguiente: Amar es una decisión, no un sentimiento.
Amar es dedicación y entrega.
Amar es un verbo y el fruto de esa acción es el amor.El Amor es un ejercicio de jardinería: Arranque lo que hace daño, prepare el terreno, siembre, sea paciente, riegue, procure y cuide esté preparado porque habrá plagas, sequías o excesos de lluvias, mas no por eso abandone su jardín.
Ame a su pareja, es decir, acéptela, valórela, respétela,déle afecto y ternura, admírela y compréndala. Eso es todo, Ámela".
Por eso la vida sin amor, ni a ti mismo, ni a tus padres, ni a tu pareja, ni a tus amigos, ni a lo que rodea podría tener estos efectos...
La inteligencia sin amor, te hace perverso.
La justicia sin amor, te hace hipócrita.
El éxito sin amor, te hace arrogante.
La riqueza sin amor, te hace avaro.
La docilidad sin amor , te hace servil.
La belleza sin amor, te hace ridículo.
La verdad sin amor te hace hiriente.
La autoridad sin amor, te hace tirano.
El trabajo sin amor te hace esclavo.
La oración sin amor, te hace introvertido.
La ley sin amor, te esclaviza.
La política sin amor, te hace ególatra.
La fe sin amor, te hace fanático.
La cruz sin amor, se convierte en tortura.
La vida sin amor, no tiene sentido...