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FORMACIÓN PERSONAL

AMPLIA TUS HABILIDADES SOCIALES

AMPLIA TUS HABILIDADES SOCIALES Cómo iniciar y mantener el trato

Aprende a relacionarte con los demás

En la vida de la ciudad es bastante complicado iniciar relaciones nuevas de amistad con vecinos o gente cercana. La independencia y el anonimato son valores muy apreciados, pero a la vez dificultan muy a menudo la comunicación entre personas que viven muy cerca y que podrían tener cosas en común y mantener una amistad.

En los pueblos esto no sucede, todos se conocen y todos se comunican unos con otros. Cualquier persona que llegue nueva al pueblo, no tendrá dificultades de integración, ya que enseguida hablará con el vecino de al lado o con el compañero de trabajo.
En las ciudades es muy diferente. Por supuesto, hay gente amable por todas partes, pero la desconfianza dificultará la buena comunicación.
También es importante señalar que a muchas personas les cuesta abrirse ante desconocidos y entablar una amistad y así, hay gente de otras ciudades que se encuentra sola aunque rodeada de gente.


Pierde la vergüenza y toma la iniciativa
El ánimo por conocer gente nueva y la pérdida de la vergüenza será primordial. Si ofrecemos actividades para realizar junto a nuestros compañeros de trabajo o a nuestros vecinos, probablemente consigamos que alguien nos siga la corriente. Tal vez, haya más personas desubicadas como nosotros y deseosas de salir.
La buena comunicación será primordial desde el principio:
No te quedes en un rincón intentando pasar desapercibido, así tendrás muy pocas oportunidades de entablar amistad.
Olvídate de tus miedos y pregúntale algo al de al lado, puedes comenzar por frases superficiales como el tiempo o el fútbol y seguir con temas más concretos.
No dudes en expresar tus miedos y tus preocupaciones, así conseguirás que el otro se ponga en tu lugar y se sensibilice ante tus problemas.
Si te sientes solo y no tienes con quién salir, házselo saber a las personas que están contigo día a día, así lo tendrán en cuenta.
No esperes a que los demás interpreten tu pensamiento: ofrécete para participar en actividades ya programadas por ellos; es probable que te incluyan, pero si no lo dices, nunca lo sabrán.
Aprende a gratificar a tus compañeros y amigos con cosas agradables (lleva algo para todos por tu cumpleaños, invítales a tomar algo a la salida, etc.), así estarás en el punto de mira y te tendrán en cuenta.
No tengas miedo a las negativas, la mayoría de las veces no son hacia tu persona, sino hacia la situación planteada. No interpretes en negativo: si recibes un "no" puede ser por múltiples causas, acláralo y no supongas, puedes cometer errores.
Gratifica a tus compañeros cuando te tengan en cuenta o cuando hagan algo bueno por ti. Si tú no recibes lo mismo, pídelo sin más, tal vez el otro no se dio cuenta o le pasó desapercibido.


Enfréntate a los malentendidos y a las suposiciones erróneas para no distanciarte de la gente.

Resuelve los malentendidos
Muchas de las rupturas a nivel social vienen dadas por malentendidos o suposiciones erróneas. Son problemas sin resolver que hacen que las personas se distancien cada día más.
Intenta no caer en esta trampa y, aunque estés dolido, toma las riendas y enfréntate a ese amigo con el que discutiste: intenta solucionar el problema y aclarar las cosas, y expresa tus sentimientos al respecto (si estás frustrado, decepcionado, dolido, etc.), así será más fácil que el otro se ponga en tu lugar.
Deberás explicar la situación que ocasionó el problema con todo lujo de detalles y después, expresar tu opinión sin insultar ni criticar a la otra persona, por muy mal que lo haya hecho. La crítica sólo hace que el otro se ponga a la defensiva y no entre en tu juego y lo que te interesa es hablar calmadamente, sin recriminaciones ni reproches, por lo que no comiences tú.
Si es el otro el que recrimina tu actuación, mantente firme en tu razonamiento e intenta hacerle cambiar de opinión, muéstrate de acuerdo en algunas cosas y en desacuerdo en otras. No siempre debemos dar toda la razón y pretender tenerla nosotros.


Las apariencias y la realidad
En la sociedad en la que vivimos, parece que está muy bien visto el ser exitoso en el trabajo, el tener una vida social amplia y el estar contento y satisfecho. Esto es la apariencia que dicta la sociedad y que, en muchos casos, se encuentra muy lejos de la realidad.
A menudo, nos encontramos rodeados por mucha gente amistosa o que, aparentemente, parecen amigos. Pero si analizamos un poco la situación, nos vamos a dar cuenta de que son simples conocidos con los que salir y distraernos. Los amigos reales se preocupan de nuestros problemas, son libres para dar sus opiniones sin miedo a ser criticados y tampoco tienen miedo a ser juzgados.
La necesidad de mantener una apariencia adecuada es fruto de una sociedad superficial en la que se valoran, por encima de todo, los aspectos materiales. Pocos se preocupan por averiguar si el que tienen al lado está triste o angustiado, si le ocurre algo que le preocupa, si no puede llevar la carga del trabajo o si tiene miedo a fracasar. Se da por hecho que estos sentimientos no deben existir, con lo cual, no se habla de ellos.

La importancia de los amigos
Es importante saber ponernos en el lugar del amigo que pasa por un mal momento, así estaremos más cerca de él y podremos ayudarle mejor.
Pregunta a tus amigos por su día a día y por su estado de ánimo. Ante cualquier cambio, sobre todo, a nivel laboral o personal, la persona va a pasar por una fase de estrés e incertidumbre ante lo desconocido que le va a hacer estar preocupado y temeroso.
Los amigos cercanos se encargarán de quitar hierro al asunto y de hacer pasar los momentos difíciles lo mejor posible. Si estos amigos no existen, nos enfrentamos al acontecimiento nuevo totalmente desprotegidos.
Piensa lo que te gustaría que te hicieran a ti y haz tú lo mismo con tus amistades: te lo agradeceran y estarán ahí cuando tú lo necesites. El esfuerzo no es tan grande si se hace con agrado.

Ataque personal en el trabajo

Ataque personal en el trabajo Cómo afrontar el ataque personal

Lo primero que tienes que aprender a controlar es no tomarte la agresividad del otro como un ataque personal. La mayor parte de la ira a la que tienes que enfrentarte cotidianamente poco tiene que ver contigo y con tus actos.


La agresividad de los demás puede deberse a:
Las creencias rígidamente asentadas en la persona enfurecida. Ejemplo: alguien se enfada porque otros no limpian u ordenan igual que ellos, otras lo hacen cuando surge cualquier imprevisto. Recuerda, muchos individuos son absolutistas en su forma de ver el mundo. Es su problema y su responsabilidad cambiar esto.
A una reducción temporal de la otra persona para pensar sanamente: sed, hambre, cansancio o enfermedad (dolor). Hay quien no tolera sentirse mal físicamente en alguna situación.
Al desplazamiento sobre ti de una amenaza nacida en otra situación. Mucha gente “necesita regalar” su enfado a quien se lo permite. Sentir enfado es humano y sacarlo es necesario, pero no dirigirlo a otro.

Pasos a seguir para sobrellevar la agresividad de otros
El mejor enfoque a utilizar en primer lugar es distanciarte de la persona enfurecida a fin de no ser un objetivo fácil. Otra forma que puedes emplear es hablar al otro de su enfado de una forma amistosa.
Ten cuidado: si no has asimilado totalmente lo de no tomártelo como un ataque personal, a la primera de cambio te cansarás y te enfadarás tú también.
A continuación vas a prender los pasos saber llevar la agresividad de otro, aún cuando tú hayas contribuido a enfurecer a alguien.
Los pasos son:
1º. Permite que la otra persona exprese su enfado libremente: procura no criticarle y en cambio muéstrate comprensivo. No interrumpas ni contradigas al otro. No defiendas, justifiques o racionalices su posición. Esta estrategia ayudará al otro a bajar la intensidad de su agresividad y así conseguirás que se vuelva poco a poco más razonable. Una vez que hayas conseguido ayudarle a calmarse, comienza a pedirle datos específicos acerca de su percepción del verdadero problema.
2º. Una vez que la otra persona esté más serena, comienza a realizar preguntas con el fin de clarificar la situación.
3º. Cuando esté calmada la situación, comenzar a buscar la mejor solución del problema. Valorar juntos (si hace falta escribirlo en un papel) los pros y contras de cada alternativa de solución. Lo más habitual es que si el enfado iba contra ti y tú no tenías nada que ver, el enfado se le pase rápidamente. Si hubieses sido la causa del enfado, en algunas situaciones será mejor que le dejes solo hasta que se haya calmado.

Si la otra persona emplea constantemente la agresividad
Enfadarse de vez en cuando, no tiene nada de malo, hacerlo continuamente puede ser sinónimo de que el otro tiene un problema serio o un trastorno emocional. Si los enfados fueran persistentes, quizás la otra persona necesite consultar con un profesional.
El enfoque anterior funciona principalmente para las situaciones en que ocasionalmente la otra persona está enfadada. Si mantienes una relación donde el otro constantemente emplea la agresividad puedes hacer lo siguiente:
Evalúa si esa relación es importante para ti y por qué. Piensa si existen otras alternativas a esa relación.
Busca formas sanas de minimizar el contacto con esa persona.
Con personas que están exageradamente agresivas, limítate a marcharte sin decir nada.

Crear un buen ambiente de trabajo

Crear un buen ambiente de trabajo Estrategias para crear un clima de trabajo saludable

Actualmente son muchas las horas que pasamos desempeñando nuestro puesto de trabajo.

El ambiente laboral puede favorecer la creación de muchos aspectos positivos como: desarrollar capacidades (cognitivas, manuales), ponerlas en práctica, favorecer diversos aprendizajes y relacionarnos con personas diferentes a nuestra familia y amigos.
Algunas estrategias que favorecen este clima saludable son:

Antes de entrar en la empresa
Antes de que una nueva persona se incorpore a una empresa, es muy sano que le enseñen las instalaciones donde va a prestar sus servicios, se le den cursos de formación, le expliquen pautas explicitas de su puesto concreto y si es posible le presenten a sus compañeros y responsables. Esto disminuye la tensión inicial y favorece un buen clima, ya que lo conocido es en sí más agradable.


Ambiente agradable
Una decoración no recargada, unos colores suaves y unas salas bien ventiladas son agentes externos que propician un clima laboral sano. Algunas empresas no dan importancia a estos aspectos y están dejando de lado un hecho que es fácil de realizar y no con demasiado dinero.
Para conseguir el ambiente agradable proponemos:
Los colores suaves (tonos pastel, blanco, etc) invitan a trabajar de manera relajada aunque activa. Los colores fuertes (rojo intenso, azul fuerte, verde botella) cansan visualmente generando tensión psicológica.
Los lugares poco aireados, recargados de humos y sucios invitan a sentirse del mismo modo psicológicamente.
Si es posible, cada trabajador disfruta teniendo un pequeño lugar propio donde poner algún objeto personal, alguna planta o un objeto decorativo que indique individualidad. Todo lo que consideramos una prolongación de nuestro ser, lo tratamos con más cariño.

Favorecer reuniones periódicas entre los miembros
El fin de estas reuniones es que sirvan para canalizar dudas, compartir preocupaciones y poner en común diversos puntos de vista. A todas las personas nos gusta ser oídas y tenidas en cuenta, esto a su vez generará que nos sintamos parte importante de un grupo.

Posibilidad de crecimiento
Las compañías que estimulan que con sacrificio y buen hacer uno puede seguir subiendo, generan en sus empleados una sensación de valía. Realmente todo aquello que se consigue con moderado esfuerzo, es muy satisfactorio, esto es una característica humana.



Posibilidad de ser oído
En un trabajo donde contemos con la posibilidad de poder comentar en un momento determinado: una inquietud que tengamos tanto laboral como personalmente, una malestar en nuestras funciones, un problema que haya surgido, todo ello hace, que trabajemos distendidamente y con más confianza. Lo que a la larga hará que el ambiente global sea placentero.

Satisfacción en la relación salario-desempeño
Para que una persona se sienta bien en su trabajo, necesita sentirse válido a todos los niveles. Si una persona dedica muchas horas y esfuerzo a su trabajo y no ve se ve económicamente recompensado:
Tiene muchas posibilidades de realizar peor su trabajo.
Probablemente se relacione agresivamente con sus compañeros, clientes y superiores.
A la larga abandonará dicha empresa.
Una estrategia a emplear por los directivos de una empresa para generar buen clima laboral, es poner incentivos varias veces al año. Los incentivos pueden ir desde horas o días libres, dinero a sus empleados por la consecución de objetivos, o simplemente alguna gratificación por la dedicación laboral.

Realizar, en ocasiones, encuentros extralaborales
Para facilitar que los miembros de una compañía puedan conocerse entre sí, se pueden organizar eventos sociales o comidas grupales. Estas comidas o cenas son momentos saludables donde no se comparten estrés ni tensión. Sirve además para crear lazos personales que posiblemente aportarán bienestar laboral.

Participar en una Mesa de Trabajo.....y salir airoso.

Participar en una Mesa de Trabajo.....y salir airoso. Consigue tus metas en las reuniones

Antes de ir a una reunión, primero ten claro qué quieres conseguir. La única forma de alcanzar una meta, es saber a dónde quieres llegar. Recuerda dejar un abanico de alternativas, por ejemplo: me gustaría que me subieran el sueldo de 75 a 150 euros este año.
Piensa en todos los puntos en que te apoyas para tener una idea intentando presentar los detalles. En una negociación surgirán criticas o desacuerdos, y sólo si tienes claro cada uno de los puntos en que te apoyas, podrás defenderlos hasta el final.

Aprende a manejar los conflictos que puedan surgir. Muchas personas creen fantasiosamente que los demás no pondrán pegas o asumirán firmemente su idea. No obstante cada persona tiene modos de ver diferentes y a lo mejor pueden decirte algo que no se te había ocurrido. Si existen criterios divergentes procurar negociar y resolver el tema. No dejéis flecos en los conflictos. Recuerda:
Usa la diplomacia, la educación y el tacto. Recuerda que el objetivo es lo importante, no el tiempo que tardes en conseguirlo.
Reconoce cuando exista un conflicto y no te pongas agresiva. Pautas a emplear:
Cálmate y coloca tus pensamientos.
Muéstrate dispuesta a hablar para resolver el problema.
Procura usar un tono agradable y unos gestos apaciguadores para disminuir la posible tensión tanto tuya como de los otros.
Buscar soluciones que sean de consenso y atraigan a la mayoría de las personas. Si es necesario se deben retocar los objetivos iniciales. Ceder por parte de todos, también es sinónimo de que la empresa funcione.

Emplea estas estrategias a la hora de dar tu punto de vista:
Empatiza con las otras personas, intenta averiguar qué sienten y cuáles son sus puntos de vista. Intenta recibir y analizar las señales no verbales (gestos, tono de voz) que emiten los demás. Si algo te preocupa, si crees que no te comprenden o se han perdido en tu exposición, coméntalo.
Usa una información gestual (mirada, posición de tu cuerpo) dedicada a cada una de las personas implicadas. El hecho de hablar a todas, desciende las barreras de oposición.
Recuerda cada una de los que te expongan y desmóntalos con tus propios argumentos.

UN DEBATE INTERESANTE Y COMPLETO SOBRE UN TEMA DE GRAN ACTUALIDAD

El salón de actos del centro regional de la UNED de Talavera acogió el pasado martes 22 de junio un interesante y completo debate sobre el aborto, un asunto de gran actualidad que despierta una fuerte polémica en la sociedad española. El panel formaba parte de una actividad del curso de «Formador Ocupacional», que coordina en la UNED la profesora Ana Martín Cuadrado.

Bajo el papel moderador de María Jesús Espín, en el debate participaron siete expertos de distintas áreas profesionales que aportaron información e ideas de notable interés para acercarnos a este controvertido asunto, pendiente de una nueva reforma legal que promueve el actual Gobierno español. Intervinieron, por este orden, la jurista del Tribunal Supremo Gema Cano; la representante del Partido Socialista Rebeca Bermejo; la ginecóloga Esther Prieto; la educadora social Noelia Élez; el padagogo Victor Sánchez; la psicóloga Rebeca Argudo y el sacerdote Isauro Rubio, en representación de la Iglesia católica.

Entre el público se encontraban representantes de una plataforma en defensa del aborto libre, cuyos miembros, alborotadores e intransigentes, dieron la medida de sí mismos, y varios miembros de una organización en defensa de la vida y contraria al aborto, muchos más respetuosos.

La jurista Gema Cano inició el panel explicando la situación actual del aborto en España desde el punto de vista de la ley. Expuso los tres supuestos actuales bajo los cuales es legal abortar en España y avanzó una explicación interesante sobre el cuarto supuesto que quiere desarrollar el Gobierno español. Muy bien documentada, la jurista dio todo tipo de explicaciones sobre el marco normativo y demostró que, desde su punto de vista, la ley es siempre el marco de referencia al que acudir para buscar soluciones. Su intervención fue erudita y completa, muy bien planteada.

Rebeca Bermejo, la dirigente del PSOE, defendió, por su parte, la reforma que pretende llevar a cabo el ejecutivo. Su posición favorable a la ampliación de la ley se basa en los principios sociales que defiende su partido, y dejó claro que, además de la reforma, se tomarán medidas complementarias de apoyo en diversas áreas. Habló bien y defendió con firmeza la postura socialista en esta materia.

Esther Prieto, la ginecóloga, planteó la postura de la ciencia médica en una materia de este calado. La prevención y el respeto a la mujer son sus principios, y sus explicaciones fueron muy técnicas y convincentes. Su exposición fue completa, firme y decidida y demostró un amplio conocimiento técnico sobre la cuestión a debate, con datos e información interesante sobre procedimientos, técnicas, métodos y situación en España.

La educadora Noelia Élez aportó el punto de vista social al tema. Su intervención demostró que se trata de una profesional muy bien documentada. Los programas de prevención y la problemática social en torno al aborto fueron los ejes de su discurso, que resultó interesante y profundo. La óptica social, la situación española, los programas formativos y la planificación familiar fueron temas abordados por esta educadora, que evidenció una notable preparación en su campo.

Por su parte, el pedagogo Victor Sánchez, buen conocedor de la situación en los institutos mostró su preocupación por la educación sexual y apostó, en este sentido, por una formación amplia y completa. Los programas de prevención, la información a los adoslescents y al adopción de todo tipo de medidas preventivas fueron sus principales argumentos en el debate. Su tesis plantea la necesidad de implicar a toda la comunidad educativa en este complejo proceso de formar a nuestros jóvenes en esta materia. Muy correcto y documentado en sus aportaciones al panel.

Rebeca Argudo, la psicóloga del debate, mostró un punto de vista diferente: el de los efectos psicológicos del aborto sobre las mujeres que viven esta experiencia. Conocedora de su campo profesional, la psicóloga opina que estos efectos se pueden producir fundamentalmente por el propio trauma que provoca el hecho de abortar a partir de dos supuestos fundamentales: la influencia social y los valores personales. Esta profesional explicó casos concretos, con ejemplos de algunos países, y mostró la otra cara del aborto, la cara personal, con nombres y apellidos. Muy positiva y bien documentada.

Por último, el sacerdote Isauro Rubio centró sus bien argumentadas palabras en la defensa de la vida y el rechazo del aborto. Expuso muy certeramente las tesis oficiales de la doctrina eclesial, defendió al feto como una persona inocente y se mostró partidario de adoptar medidas preventivas para evitar que se llegue a una situación no deseada. Su posición fue clara, contundente y muy bien expuesta, de tal manera que resultó convincente, directo y muy tranquilo en su explicación.

A la hora de hacer la crónica del debate es preciso fijarnos también en el papel de la moderadora, función difícil que siempre se encuentra ante situaciones complejas. María Jesús Espín, en este papel, estuvo firme y precisa, dando la palabra por turnos, ordenando bien el panel y haciendo una serie de preguntas a los expertos para profundizar en las posiciones de algunos de ellos. Resolvió la situación de forma solvente y madura, con tranquilidad sólo sobresaltada por los alborotadores de la plataforma proabortista y algún enfrentamiento verbal que mantuvieron sus integrantes con los defensores de la vida frente al aborto. El público, pese a estos incidentes de carácter menos grave, estuvo correcto y respetó los turnos concedidos por la moderadora, y se demostró que entre los asistentes había también un buen nivel de información e interés respecto al tema planteado.

En resumen, un debate muy interesante y completo.

EUSEBIO CEDENA.

CRÓNICA DE UN VIAJE. Autor: Eusebio Cedena

CRÓNICA DE UN VIAJE. Autor: Eusebio Cedena UNA RONDA SEGOVIANA: CRÓNICA VIAJERA

Por Eusebio Cedena Gallardo

Día claro y caluroso. Junio entrado. Un grupo de valientes, notables y aguerridos, herederos territoriales de Quijote el loco, amigos de Ulises y Marco Polo, parten de la noble villa de Talavera de la Reina, a eso de las nueve y cuarto de la mañana, con destino que creían segoviano, pero el camino demostró que era incierto y confuso, en busca, no del arca perdida, sino del Centro Nacional de Formación de El Espinar, en San Rafael. Ya lo decía el poeta: “caminante, no hay camino”, y tal y tal, y damos fé de que los de Vilar se sabes estos versos con la gorra, al menos en sentido “procedimental”.

El objetivo estaba claro, aunque no vaya en infinitivo, si bien el señor del cosabús que nos llevaba, con poca idea de lo que se traía entre manos, muy a punto estuvo de colocarnos, cuando menos, en los valles de Navacerrada, allá por la “Bola del Mundo”, ese paraje fascinante, sierra arriba, pradera abajo. No desembarcamos en La Pedriza, pongo por caso, porque la Providencia no lo quiso, aunque tampoco hubiera estado mal un día de pic-nic serrano con el insuperable grupo del Curso de Formadores 2004 de la UNED y sus fantásticas profesoras (esto último es necesario, chicos, que a final de curso dan un diploma o algo parecido: la cosa obliga).

El autobús que nos llevaba, vencido y destartalado, con resaca de dos noches, hacía lo que podía y, después de un paseo inesperado por la sierra madrileña, entorno de El Escorial, Valle de los Caídos y por ahí, cogió por fin ruta directa hacia la ronda segoviana, que era realmente dónde tendríamos que ir. Y allí fuimos. Parada de café con leche muy cerquita de destino y, dos horas y pico después, El Espinar se muestra ante nuestros ojos en carne mortal (es un decir). Saltamos de alegría, en sentido figurado.

Allí estaba el majestuoso centro formativo, dispuestos a recibirnos, a acoger entre sus piedras a los futuros formadores de Talavera de la Reina, los mejores que nunca vió la tierra (los tres o cuatro que faltaron, por favor, que no se den por aludidos). Las puertas de aquel lugar maravilloso, rodeado de montañas y vacunas praderas verdes, junto a riachuelos y pinares, se abrieron a nuestros pies.

Dignos hijos (algunos nietos, por la edad) de la “metodología tradicional”, los allí presentes recorrimos las salas y corredizos, las aulas e instalaciones en silencio sepulcral. Preguntaban los que estaban advertidos (“o preguntáis, o menos uno”) y los demás nos limitábamos a proclamar, admirados y silentes, interjecciones habituales del tipo “ohh”, “ahhhhh”, “haláaaaa”. Que el centro nos gustó, vamos, sobre todo porque la responsable que nos lo enseñó (el centro) era una periodista, esa profesión tan admirada y maravillosa, propia de gentes cultas e inteligentes, de gentes de mucho rango y calidad humana, de gentes bien, vamos, tanto que hasta una Princesa muy importante que todos conocemos...

El caso es que el centro está muy bien. Tranquilas y bonitas habitaciones, vistas montañosas, maravillosos valles alrededor, cafetería y comedor, sala antiestrés, squash, todo tipo de servicios de alojamiento y ocio, etc. Para los ratos libres, también tienen unas bonitas aulas con ordenadores, cómodos sillones, muchas herramientas didácticas y los medios más avanzados, aunque en algunos casos, se adolece de una cierta ausencia de uso de los materiales e instalaciones que da algo así como mucha penita y ganas de llorar.

Fotos a la salida, saluditos al director y compañía, y hala, a dar cuenta del verdadero, aunque nunca confesado, motivo de nuestro viaje en autobús: los ricos manjares de La Viña, el restaurante de San Rafael. Allí cumplimentamos el mejor test que hemos hecho en este curso: pinchitos de la tierra (los calamares, no), carnes a la brasa, cochinito muy sabroso, cabritillo del lugar, buen vino manchego y unos postres caseritos. Las fotos que algún malvadillo nos sacó muestran con toda contundencia que en este curso lo hemos aprendido todo y que somos un grupo insuperable: durante la comida desarrollamos, con las cositas que nos pusieron sobre la mantelería, todo tipo de contenidos pedagógicos, desde los conceptuales (el cochinillo), pasando por los procedimientales (nos lo comimos) para llegar, finalmente, a los actitudinales (y qué bueno estaba).

El aprendizaje ha sido incontrovertible.

Ya de vuelta, la siestecilla de las cinco, y a las siete en Talavera. Un día para el recuerdo, un día para la ilusión, un buen día para un grupo de chicos y chicas que, como adolescentes atontados, se han pillado una ilusión y no hay manera de soltarla.

Ay, la vida tiene estas cosillas, en fin.